Su regalo fue echarte de la casa,
y sacar a la brava la ropa,
custodiada por un gorila amenazante,
que impediría también llevarte los muebles y enseres.
“Mi mamá me debe dinero,
por eso no la dejo sacar los muebles”.
Ese es su Dios,
no la deja sentir;
es como Nerón matando en vida a su madre,
haciendo cenizas el amor y el cariño.
Ellas son infelices,
no vale la pena dejarse llevar por lo que hacen.
La empleada perversa es maquinadora
que se presta para la maldad;
no gozará la casa,
puedes estar segura.
Todos recibirán su castigo,
tú, hallarás paz.
Se pierde cuando se gana
y se gana cuando se pierde.