“Londres ciudad del mundo, la ciudad del mundo”.
Escribe Luis en su cuadernito de notas, mientras ve pasar a la gente de todos lados, hablando todas las lenguas, de todas las culturas.
Entra en un pub. El ambiente es de alegría.
En una mesa, unos jóvenes de saco y corbata ríen a carcajadas. En otra, tres mujeres hablan entretenidísimas, mientras toman cocteles. Otras y otros celebran un partido de fútbol que se proyecta en un televisor.
Luis se sienta en la barra.
—Una Guinness, por favor.
La mesera es súper amable.
Suena una banda de rock. La cantante es preciosa.
Luis y ella conectan con la mirada.
Divina, canta y vibra.
—Nena, un gin tonic, por favor.
La magia.
De entre la gente aparece Mick Jagger.
Vuelan los tambores africanos, el saxofón, las guitarras.
“You can´t always get what you want”
Las tres mujeres bailan sobre las sillas.
Vuelan las corbatas.
—Nena, otro gin tonic, por favor.
—No te vas a poder levantar de la silla.
—Es que me quedo aquí.
Ríen.
“you can´t always get what you want”
Ella, ella se acerca a la barra, le tienen un trago listo.
Toma a Luis por la mano y bailan.
“you can´t always get what you want”
Nada más existe y todo existe.
Las luces.
“you can´t always get what you want”
Bella, levita en la música.
Sonríe, vive, ella, vive, sonríe, ella.
“but if you try sometimes”
Pide un agua de fresas, ella.
Luis, otro gin tonic.
Tropiezan y el agua de fresas baña la camisa de Luis.
Ríen.
Ella saca de su bolso un pintalabios, y le escribe en su camisa de agua de fresas su teléfono.
Lo besa y desaparece sonriendo.
“well, you just might find”
—¡Cheers!
—¡Ey, Mick, cheers!
Mick camina charlando a risas con dos bellísimas mujeres.
“you get what you need”