Autor:   Julio Carrascal Puentes

LUCHA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN ECONÓMICA

LUCHA CONTRA LA DISCRIMINACIÓN ECONÓMICA, POLÍTICA Y SOCIAL

Una gran movilización social contra la discriminación y las grandes desigualdades sociales hoy está recorriendo el mundo. Antes era el denominado fantasma del comunismo, ahora el enemigo común es el capitalismo salvaje, su morboso amor por la acumulación de capital, su eterna codicia y la avaricia extrema que está llevando al planeta a una hecatombe.

De qué paz nos está hablando el gobierno colombiano, cuando la “Prosperidad” llega principalmente a los grandes capitalistas, que en su ambición por alcanzar la máxima ganancia condenan a sus trabajadores a vivir de un miserable salario mínimo, negándoles hasta la posibilidad de tener un buen almuerzo. 

Si queremos la paz hay que darle dignidad a la vida de los más pobres, que básicamente tiene que ver con buenos trabajos, o condiciones apropiadas para generar empresa; no como ahora que están sometidos a un asistencialismo que lo que hace es ahondar la miseria.

Surgirán más personas con la fuerza e ideales de Mandela, que espero que no terminen encarcelados por aquellos que hoy lo presentan como un ícono lejano que peleaba causas lejanas, asimismo como lo han hecho con Jesús Cristo. No, si bien la bandera de Mandela era la lucha contra la discriminación racial, el fondo tenía que ver con el derecho que tenemos todos de alimentar a la familia, educarse, ser asistido por un sistema de salud eficiente y tener una vivienda confortable.  

Colombia, lamentablemente, ha tenido desde los inicios mismos de la república una oligarquía depredadora de recursos públicos, concentradora del poder político en sus pocas manos y siempre dispuesta a usar la violencia para sostener sus mezquinos intereses. El pueblo se ha dedicado a rumiar sus críticas, y no ha actuado para alcanzar su propia vida democrática; lamenta el asesinato de líderes con visión transformadora, pero no asume la responsabilidad de lo que padece.